16 diciembre, 2012

Como si de repente empezara a sonar la canción que necesitas en este momento. Y te sale una sonrisa que no puedes evitar, y te das cuenta de que te sonríes a ti misma. Te acabas dando cuenta de que tú, que te creías invencible, también necesitas besos en el cuello como el resto de los mortales, y que a veces estás más perdida cuando no te pierdes en nadie... Y tener miedo a que se vaya, y te deje sola, no sirve de mucho... Pero ya sabes que eso no es cosa tuya, tan solo puedes alargar que no llegue ese momento. Pero por ahora, te preocupas solo por ser feliz e intentar que se quede el máximo tiempo posible contigo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario